Una asociación de inquilinos es un grupo de inquilinos que colaboran para solucionar sus problemas de vivienda. Estas asociaciones han tenido éxito porque organizan a los inquilinos.
Los inquilinos tienen derecho a organizarse. Es ilegal que un propietario tome represalias en contra de usted por formar parte de un grupo de inquilinos. El propietario no puede desalojarlo, aumentarle el alquiler ni cambiarle el contrato de alquiler porque usted se ha unido a una asociación de inquilinos.
Identifique los problemas
Conozca sus derechos. La mejor protección es estar informado de sus derechos como inquilino.
Busque ayuda. Su comunidad tiene muchos recursos. No sea tímido, pida ayuda. Puede ponerse en contacto con:
- Un abogado para recibir asistencia legal
- Un organizador capacitado para que les ayude a hacer planes
- Organizaciones comunitarias locales
- Universidades y facultades de derecho locales con estudiantes que le ayudan a investigar temas.
Protéjanse, manténganse unidos
¡Tengan cuidado! Los propietarios a veces tratan de dividir a los grupos de inquilinos intimidándolos o fingiendo ser una víctima. Manténganse unidos.
Hable con los otros inquilinos. Tal vez tengan miedo de hacerse oír. Pregúnteles a sus vecinos si tienen problemas de vivienda y escuche atentamente. Infórmeles que los inquilinos tienen derecho a organizarse.
Una a los inquilinos. Después de hablar con los inquilinos e identificar problemas comunes, programe una reunión para hacer un plan.
Hagan un plan
Una vez que haya reunido a los inquilinos, hagan un plan. Para hacer esto, definan los problemas con claridad. Anótenlos. Identifiquen las metas del grupo y lo que quieren cambiar. Al hacer el plan, consideren estas preguntas:
- ¿Cuál es el problema?
- ¿Quien resolverá el problema?
- ¿El propietario violó alguna ley?
- ¿Quién tiene poder para arreglar el problema?
- ¿Dónde pueden conseguir ayuda?
Elijan sus tácticas
Luego, decidan las tácticas o métodos que el grupo usará para solucionar los problemas. Los planes y las tácticas deben ser adecuados para su situación y tal vez tengan que cambiarlos con el tiempo.
Estas son algunas tácticas para considerar:
- Escribirle una carta al propietario para documentar las preocupaciones del grupo
- Pedirles a los inquilinos que firmen una petición para mostrarle al propietario que hay muchas personas afectadas
- Pedir inspecciones del Consejo de Salud para que le ordenen al propietario que haga las reparaciones
- Organizar un mitin, un piquete o una manifestación
- Hacer pancartas y letreros para las ventanas
- Conseguir la atención de los medios
- Llevar al propietario a la corte. Pero primero, pídanle a un abogado que revise su caso.
Negocien
Traten de reunirse y de negociar con el propietario. Negociar significa trabajar con el propietario para acordar soluciones. Antes de negociar, prepárense.
- Hagan una lista de lo que están pidiendo.
- Tengan pruebas de los problemas.
- Infórmense de sus derechos.
- Pongan el acuerdo por escrito.
Empiecen un grupo de inquilinos
Elijan los líderes. Pueden tener un líder o un grupo de líderes que rotan las responsabilidades de organizar reuniones y mantener al grupo en funcionamiento. Un buen líder sabe escuchar, tiene paciencia y es inclusivo.
Mantengan a los inquilinos informados e incluidos. Organicen reuniones periódicas y usen las redes sociales, volantes, árboles telefónicos y eventos para mantener a todos los inquilinos al día.
Traduzcan. Traduzcan la información, y si en las reuniones hay personas que no hablan inglés, consigan intérpretes.
Establezcan reglas básicas. Tener buenas reglas básicas para las reuniones es la mejor manera de evitar conflictos. Ejemplos: sólo una persona puede hablar a la vez, no interrumpir, no menospreciar a otros, establecer un límite de tiempo para cada persona que hable.
Formen comités. Un comité es un grupo de personas que colaboran para realizar una tarea. Algunos comités comunes son: Negociación, divulgación y recaudación de fondos.
Mantengan documentación. Asignen a una persona para que tome notas durante las reuniones. Documenten sus comunicaciones con el propietario.
Trabajen con un abogado y un organizador. El abogado puede informarles acerca de sus derechos. El organizador sabe acerca de tácticas organizativas. Recuerden, las decisiones las toma el grupo, no sus asesores.
Evalúen su trabajo. Estén dispuestos a cambiar los planes y las tácticas sobre la marcha.
Consigan que participen más inquilinos. Conseguir la participación de más personas requiere tiempo y paciencia. A la mayoría de las personas hay que pedirles de manera directa que participen.
Consigan apoyo
De los medios: los periódicos, la TV, la radio y la Internet son herramientas poderosas para los inquilinos. La atención de los medios puede presionar al propietario para que negocie.
De los políticos: los políticos locales, estatales y nacionales pueden ayudarles escribiéndole una carta al propietario o facilitando una conversación entre ustedes y el propietario. Si son elegibles para votar, asegúrese de que las personas de su edificio sean votantes registrados .
De los líderes y grupos de la comunidad:: los líderes y los grupos locales, como clubes, iglesias y sindicatos, pueden ayudarles escribiendo cartas de apoyo, asistiendo a mítines y ofreciéndoles recursos o espacio para reuniones.